Cuando uno es un genio y Don Antonio lo es, se puede permitir el lujo de hacer lo que quiere, cuando quiere, sin importarle mucho el resultado de un concurso, o que su obra sea más o menos entendida. Por esta razón, el Perro Andalú, aunque a mí parecer es una obra maestra, no pasará a la historia como una de las mejores comparsas de Antonio y por esta razón, después de darse el gustazo de hacer la comparsa que le salía del alma, este año Antonio nos ha regalado un caramelito dulce y fácil de digerir.
Los Carnívales es una vuelta al mejor Ares de los 90, con la maestría y la madurez del Ares actual. Es una comparsa que te atrapa desde el primer momento, con una música clásica, sobre todo los pasodobles y unas letras claras que llegan a todo el mundo.
El popurrí, habitualmente la pieza más espectacular de las comparsas del Niño, es un recorrido por todas las fases del carnaval. La primera vez que lo escuchas, parece un poco denso y cuesta asimilarlo, no es un popurrí que entra de primeras como el de La Eternidad, hay que escucharlo un par de veces para entender que sus 6 cuartetas, son una alegoría perfecta que nos describe el carnaval en todos sus aspectos, lúdico, carnal y espiritual.
La primera cuarteta describe el comienzo, el sábado de carnaval, la noche mas loca y desfasada de la fiesta. La segunda, hace un recorrido por los siguientes 7 días, describiendo la esencia de cada uno. La tercera cuarteta cuenta una historia de amor (siempre hay una historia de amor en los popurrís de Antonio) entre dos desconocidos, simbolizando el aspecto más físico y terrenal de la fiesta. La cuarta habla de la fiesta más carnal, describiendo el mundo actual y todas sus atrocidades. La quinta describe el carnaval más espiritual que hace que, por unos días, nos olvidemos de nuestros problemas y disfrutemos la fiesta y la última cuarteta es la despedida. Por un momento parece que, terminado el carnaval, van a volver a su “normalidad” de siempre, pero al final da un giro y explica que el carnaval es su vida, que lo llevan tan dentro que siempre serán unos devoradores de carnaval, unos “carnívales”.
La idea de la comparsa en sí, es muy novedosa y original, el tipo, bueno, los tipos, son una obra de arte, tanto en el planteamiento, como en la ejecución, el tándem Odriozola-Achicarte funciona a la perfección y saben plasmar las “locuras” de Antonio de una forma exquisita.
Si a todo esto le unimos la incorporación de nuevas voces, colocadas y dirigidas de una forma magistral, el resultado es una comparsa que pasará a la historia, esta vez si, como un regalo para todos los que amamos el carnaval y por la que, como ocurre con Los Piratas, no pasará el tiempo y seguro que dentro de 20 años, seguiremos intentando imitar a Fali Vila con su, preparao pa la mataaaanzaaaa!!!
Cristina Márquez
La vida es corta, ponte tacones!
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